sábado, 13 de agosto de 2011

HIJOS

Hace unos días, mientras esperaba que mi hijo de 19 años saliera de la sala en la que le estabas sacando una radiografía por un control, entró una chica de unos 25 años.
Delante de ella en la fila había otra chica, tal vez unos pocos años más grande, con un chiquito en brazos.
La recién llegada le preguntó la edad del nene y la mamá respondió 1 año y 2 meses. Y luego ¿ es el único ? si, le respondió Al instante ¿va a guardería ? A lo que la mamá, que ya no tenía control sobre el pequeño, al que corría para que no metiera sus deditos en un enchufe, no se trepara en una rampa o no se le cruzara a la gente que debía detenerse y esquivarlo para no atropellar esa pequeña figurita, con una gran y tierna sonrisa y la cabecita llena de rulitos negros, respondió SIIIIIIII !!!, desde los tres (3) meses !!!
La otra chica dijo "claro, yo tengo uno de 10 MESES que ya está inscripto en una, y no veo la hora de que pase el invierno para poder mandarlo, ya que si lo mando ahora se pesca todos los virus. ¿El tuyo se enferma mucho? Mientras lo sujetaba del brazo y levantando la voz, ya que el llanto del chiquito no le permitía hablar en un tono normal, le respondió "vivo de médico en mèdico".
Una preguntó ¿trabajás ?, la otra respondió no.La primera dijo, yo tampoco.
Luego de un silencio una dijo "lo que pasa es que la guardería es buena porque les sive para socializarse, compartir y...no me acuerdo qué otra gansada dijo para justificarse, a las que la otra asintió con un CLAAAARO
Me dí vuelta...las miré a ambas y sentí una profunda pena Pena por ellas porque no tienen idea de lo que se están perdiendo al no valorar, saborear y compartir las vidas de esos pequeños seres con las suyas. Y pena por los pequeñitos 
Hiba a decirles algo Pero sabía que iba a ser en vano Ya tienen sus vidas estructuradas de tal manera con sus maridos ( en la charla entre ellas los nombraron, por eso se que los tienen) que nada ni nadie se las va a hacer cambiar 


Me volví a sentar y, en unos minutos, unas manos de alguien que estaba detrás mío me taparon los ojos. Mi hijo que ya estaba listo para irse. Con una sonrisa tomó su campera de mis piernas y nos fuimos a desayunar al barcito del hospital, ya que había salido en ayunas.
Disfruté ese café con leche y la charla !!! De la misma forma que disfruto los mates y encuentros con todos y cada uno de mis 4 hijos y 2 hijas. De la misma forma que disfruta mi marido esos encuentros personales con todos y cada uno de ellos.
Disfrutamos acompañándolos y ellos también.


En un momento se cruzó por mi mente qué pasaría con aquéllos chiquitos en el futuro No quise ni siquiera ahondar en mi pensamiento ya que .............................Demasiado triste