Cuando aparecen los primeros brotes en los árboles, las primeras fresias, los primeros pimpollos...es como si el alma doliente recibiera una caricia;como si la llaga que no termina de cerrar ( o nunca cerrará) fuera acariciada por un bálsamo.
Pero, como todo lo valioso que la humanidad tiene, lo tiene que destruir jugando a ser Dios, nuestro planeta perdió el perfecto equilibrio de su primera hora. Así tenemos inviernos calurosos, veranos fríos y demás desastres naturales.
Y, como todo hace al todo, nuestro espíritu se ve afectado en algunos casos
Ayer...día esplendoroso...invitaba a salir, pisar el pasto, remover la tierra de algunas plantas. En fin, invitaba a vivir.
Hoy...nublado, frío y ventoso...Patada al espíritu que sólo quiere permanecer encerrado
Invitación al llanto...
Que increible lo que hemos hecho con el clima no?
ResponderEliminarinvitemos a la primavera nosotros...salgamos aunque esté nublado, con una sonrisa en el rostro
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